La organización ambientalista Environmental Working Group acaba de publicar los resultados de un reporte acerca del contenido de pesticidas en 51 de las frutas y verduras más comunes, en muestras tanto locales como de importación, evidenciando así a los alimentos más contaminados actualmente, y que por tanto deberías asear de mejor forma.
Frutas y verduras más contaminadas con pesticidas
Con base en datos del 2017 del Departamento de Agricultura de los EEUU (USDA), la lista de los alimentos más contaminados la encabeza la fresa; quizás no sea demasiada sorpresa, ya antes se habían detectado decenas de pesticidas incluso en una sola fruta, y actualmente su nivel de contaminación es el más alto de todos los alimentos monitoreados.
Un tanto más sorpresiva es la aparición de la espinaca en el segundo lugar, mientras que de la tercera a la octava posición son todas frutas (en este orden): nectarina, manzanas, duraznos, peras, cerezas y uvas.
El top 15 de los vegetales más contaminados con pesticidas lo completan los tomates, el pimiento, las patatas, el pepino, los tomates cherry y la lechuga respectivamente.
Los vegetales más resistentes a los pesticidas
En el extremo opuesto de la tabla nos encontramos a las frutas y verduras que se encuentran menos afectadas por la presencia de componentes tóxicos, siendo el aguacate y el maíz dulce los que mayor grado de pureza obtuvieron, aunque en este último caso -así como en la papaya y la calabaza-, un importante número de cultivos son de organismos genéticamente modificados.
Entre los alimentos resistentes también destaca la piña, con su potente caparazón, así como también la col y las cebollas, estas últimas con propiedades naturales que ya son todo un repelente de bacterias, motivo por el cual reciben una menor aportación de pesticidas. Aquí puedes consultar la lista completa.
Cómo quitar los pesticidas a las frutas y verduras
Estudios científicos han demostrado que actualmente no existe un método que asegure que se podrán remover todos los resquicios de pesticidas, aunque al menos se tienen ciertas sugerencias para tratar de minimizar lo más posible su impacto.
En algunas ocasiones tan sólo con lavar abundantemente debajo del chorro de agua del grifo se puede remover una parte importante; aunque de igual forma masajear con las llemas de los dedos o con un cepillo para vegetales -más aún en aquellos con exterior comestible-, ayuda a remover las toxinas que se pueden impregnar.
Es importante subrayar que las frutas son porosas, por este motivo nunca se deben lavar con jabón o algún tipo de detergente, como recomiendan actualmente diversos organismos mundiales de salud.
Respecto a la alternativa de los desinfectantes, no existe un consenso que los avale, particularmente porque no se tiene una regulación que garantice la eficiencia del producto, ni la calidad del mismo. Algunos casos como la plata coloidal han sido utilizados desde hace tiempo, incluso desde perspectivas orgánicas, no obstante que debido a los altos niveles de cloro y plata, se advierte, normalmente con letras muy pequeñas, que también es un riesgo potencial. En caso de no remover de forma abundante el líquido desinfectante, o que éste de algún modo permee en los vegetales, puede causar diversos malestares, más aún a niños pequeños o personas en estado vulnerable de salud.
Entre las recomendaciones que sí se mantienen vigentes y ampliamente aceptadas, está el hecho de remover las hojas externas, por ejemplo en el caso de las verduras de hojas verdes; aunque el resto también deberían dejarse remojando al interior de agua potable fresca por algunos minutos; algo similar al proceso para reducir el arsénico del arroz.
Aunque diversas investigaciones, como una realizada por la Universidad Estatal de Colorado, sugieren la alternativa del vinagre blanco destilado como una opción efectiva y segura para minimizar restos de bacterias y pesticidas. La recomendación es usar una porción con el doble de agua, y dejar reposar por escasos minutos; esto desde luego que puede representar cierto problema en cuanto a la presentación e incluso sabor de los vegetales, por este motivo se sugiere usar un hilandero de ensaladas o toallas de papel para limpiar lo mejor posible posteriormente.
Al respecto es importante señalar que no es nada recomendable hacer este proceso en el lavabo, debido a que suele haner una abundante cantidad de bacterias, lo mejor será usar un tazón o recipiente limpio.
Sólo recuerda también que mientras más orgánico sea un producto, menos pesticidas tendrá, y desde luego si es de tu jardín o alguno de tu confianza, será una garantía de calidad aún mejor.