Actualmente una suite de ofimática es algo casi indispensable para cualquier equipo de cómputo, y aunque es difícil negar que Office de Microsoft es la alternativa más completa y profesional, también hay que reconocer que tiene un gran defecto: que es de pago. Si te interesa conocer alternativas gratis para Office, ya sea con fines personales o para ahorrar gastos en tu empresa, a continuación te detallamos los pros y contras de las que son posiblemente dos de las suites más completas actualmente: Open Office y Libre Office.
Open Office, mayor experiencia y estabilidad
Open Office cuenta una larga trayectoria que tiene su origen en el Star Office que fue adquirido por Sun Microsystems y que fue desarrollado por varios años por Oracle Corporation. Después de infructuosos intentos donde pedían abandonar a los desarrolladores de otros proyectos surgidos a partir de éste, se vieron obligados a liberar la licencia y la donaron a la Apache Software Foundation, que es quien la mantiene hasta nuestros días, bajo una licencia Apache 2.0.
La suite de Open Office actualmente es totalmente gratuita y está disponible tanto para Windows como para Mac OS X y Linux. Incluye un procesador de textos llamado Write, que sería el equivalente de Word. Así como una hoja de cálculo llamada Calc, a modo de sustituto de Excel. Un programa para la creación diapositivas tipo Power Point, llamado Impress. Un editor de imágenes y vectores llamado Draw, un tanto al estilo de Corel. Además de Base que sería un equivalente a Access en el manejo de bases de datos. Y Math, un editor de fórmulas matemáticas, similar al Equation Editor de Microsoft.
Libre Office la alternativa colectiva
Gran parte de los voluntarios disidentes de Open Office son los que motivaron la creación de Libre Office, a partir del mismo código y por tanto programas. Y aunque parte del Open Office de Apache, actualmente ha logrado sumar mejoras importantes, debido a una muy activa comunidad de voluntarios profesionales, quienes mantienen el proyecto bajo coordinación de The Document Foundation, creada especialmente para este fin.
Y mientras que Open Office es actualizada y enriquecida de forma menos frecuente, actualmente Libre Office goza de un mayor nivel de actualizaciones que constantemente buscan mejorar su funcionamiento e imagen.
Libre Office se ve mejor
Hay que admitir que estéticamente Libre Office luce como una suite de oficina más moderna y atractiva. Además de que goza de diversas mejoras como el hecho de poder exportar archivos también en formato .docx (Open Office sólo en .doc, aunque ambos pueden abrir .docx), o bien integrar las fuentes con el documento para mantener la apariencia.
Aún así personalmente nos ha causado mayor frustración algunos bugs que provocan que se rompa el programa y que podrían generarte dolores de cabeza por la pérdida de información. Y aunque esto se soluciona tomando la costumbre de guardar los documentos antes de comenzarlos a escribir, nos parece que Open Office tiene un sistema de recuperación de archivos más eficiente.

Ambos de utilidad, diferencia en las licencias
Otra diferencia notable de Libre Office es que tiene una licencia GNU LGPLv3, la cual te permite accesar y modificar el código y crear tus propias distribuciones, lo cual ha dado origen también a una atractiva variedad de suites especializadas.
Libre Office en esencia mantiene los mismos programas que Open Office, aunque con la ventaja de que ellos sí incorporan las mejoras de las versiones de Apache, mientras que ésta no añade las generadas por la comunidad de The Document Foundation.
También hay que reconocer una mayor eficiencia de Libre Office para abrir documentos muy pesados.
Conclusión
Nos parece que las dos suites son bastante completas, útiles y valen la pena si solamente utilizas estos programas con fines cotidianos y sin necesidades demasiado exigentes. Un documento esencial lo puedes hacer con todas sus características en Write, con la posibilidad de exportar a múltiples formatos incluido el pdf sin necesidad de adaptaciones extra.
Aunque si requieres fórmulas demasiado avanzadas en hojas de cálculo o buscas las animaciones más espectaculares y modernas para tus presentaciones, muy probablemente te sentirás más limitado con Calc e Impress que con Excel y Power Point.
En conclusión nos parece que las alternativas gratis para Office pueden valer la pena en muchos casos, aunque depende mucho del uso que pretendas darle. Ambas están disponibles en más de 100 idiomas incluido el español y son compatibles con casi todos tipo de sistemas operativos. En todo caso puedes probarlos sin que te cueste nada, y así comprobar si se ajustan también a tus necesidades.