Investigando acerca de las cualidades del aceite de coco, nos encontramos con una cuestión muy interesante y que ha generado gran confusión acerca de esta sustancia bastante particular, se trata de la afirmación de que el aceite de coco es malo pues supuestamente puede generar diversas afecciones cardíacas, sin embargo la gran mayoría de blogs y revistas que mencionan esto, suelen ignorar o profundizar en el origen de estas aseveraciones, las cuales todas tienen un común denominador: la American Heart Asocciation (AHA), pero ¿quién es en realidad esta organización?
La dudosa versión de la AHA donde alertan que el aceite de coco es malo
Hace un tiempo, la AHA presentó los resultados de su -pseudo- investigación, donde afirman que el consumo humano del aceite de coco, puede ser un factor que incentive la aparición de diversas afecciones cardiovasculares, debido a su alta concentración en ácidos grasos.
Esto ha sido replicado en muchos medios, sin profundizar demasiado ni en la presunta investigación, ni en el origen de esta organización, la cual más bien podría llamarse corporación, pues de entrada es importante saber que está financiada por muchas de las farmacéuticas más poderosas del planeta.
Farmacéuticas como Pfizer, Glaxo-Smith Kline, AstraZeneca, Sanofi, el National Cattlemen’s Beef Association o Ag Canada y el Consejo de Aceite de Cánola son algunas de las que patrocinan a la AHA, y curiosamente, sus “investigaciones” siempre terminan recomendando la ingesta de aceites vegetales como el de cánola y el de maíz, el consumo de estatinas, -es decir fármacos químicos para neutralizar el colesterol- y productos con la certificación de ellos mismos, como recopila Kevin Michael Geary, quien es periodista y SEO de Rebooted Body.
Michael Geary además señala que esta ONG podría ser incluso más peligrosa que organizaciones terroristas como ISIS, pues a diferencia de esta agrupación, que cualquiera con un poco de sentido común identifica como nociva, en el caso de la AHA son capaces de hacerse pasar por opiniones altamente científicas y calificadas, cuando en realidad siempre han tenido intereses corporativos detrás de sus resoluciones.
Por este motivo las “conclusiones científicas” de la AHA no se publican en revistas científicas, sino que simplemente han sido lanzadas a través de su propio portal, el cual trata de emular el formato de este tipo de publicaciones, buscando simular cierta cientificidad.
No obstante que profundizando en la “supuesta investigación”, especialistas han coincidido que se trata de una muy arbitraria e insuficiente recopilación de 5 estudios -dentro de un universo con cientos de investigaciones-, algunas de las cuales datan de hace más de 5 décadas, y las cuales tienen incipientes argumentos para vincular las afecciones cardiovasculares con el aceite de coco.
Pues en realidad los únicos argumentos con cierto respaldo científico, generalizan una supuesta toxicidad del colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL), aunque sin considerar ni explicar que dentro de este tipo existen diversos tipos de moléculas y no todas se vinculan a las afecciones cardíacas, y en realidad el tipo de grasas saturadas del aceite de coco, no se encuentran como parte de las que han sido relacionadas con este tipo de padecimientos.
No se tiene evidencia científica de que el aceite de coco sea malo para la salud
Y aunque se intente difundir a modo de propaganda una supuesta toxicidad del aceite de coco; las instituciones científicas más respetadas, así como plataformas médicas de amplio prestigio, (por ejemplo WebMD), subrayan que a pesar de “algunas contradictorias y escuetas investigaciones”, hasta la fecha no se tiene evidencia sólida acerca de algún efecto secundario del aceite de coco, pues además de ser una sustancia con múltiples propiedades, destaca también por una tener una muy particular toxicidad casi inexistente.
Sólo recuerda que si se trata aceite de coco para consumo humano en crudo, al igual que otros aceites como el de oliva, la alternativa extra virgen es la más recomendada