A través de la serie “Hide And Seek”, el fotógrafo Kamil Kotarba cuestiona la influencia negativa de las pantallas de teléfonos móviles en la forma de interactuar entre los seres humanos. Sus fotografías captan escenas de la vida cotidiana (como sentado en un banco, cine, cena para dos, esperando en un andén de la estación), donde las manos atadas a los teléfonos flotan en el aire. Todos los cuerpos han sido eliminados y el único elemento que indica la presencia de los sujetos es ese trozo de brazo sosteniendo un teléfono.
Kamil quiere denunciar el hecho de que el mundo virtual tiene prioridad sobre el mundo real. En lugar de centrarse en las relaciones físicas con personas que nos rodean, él piensa que preferimos mirar a nuestras pantallas móviles y disfrutar de los beneficios que nos ofrecen. Las ventajas de este mundo virtual se encuentra en el hecho de que no hay restricciones de tiempo y espacio, y que esta actividad «fuera de tiempo, fuera de lugar» y «entre dos», nos parece más interesante que hacer otras cosas con otras personas. Kamil afirma que «estamos constantemente jugando al escondite” entre nuestros Smartphones y el mundo real.
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