Ha entrado en vigor, a fecha de Este 1 de enero de 2015, una nueva norma que afecta al IVA aplicable a las compras por Internet en el seno de la Unión Europea. Esta nueva norma va a tener efectos sobre los precios que van a tener que pagar los consumidores europeos a la hora de adquirir servicios en línea y productos físicos – como por ejemplo ropa, un CD o una lavadora– y/o digitales –como un libro electrónico, una app o servicios streaming–.

La directiva 2008/8/CE exige que el IVA en compras online dentro de la Unión Europea se aplique en función de la sede del comprador (residencia para las personas físicas o sede para las personas jurídicas) y no la del vendedor online como hasta ahora.

Esta ley conlleva cambios en las tiendas online, porque ahora deben conocer las distintas variaciones en el IVA producidas en todos los países de la Unión Europea, reflejando en su factura el IVA que corresponda según la residencia del comprador. Una empresa de Reino Unido, por ejemplo, que acepte pedidos de un cliente español, tendrá obligaciones fiscales con la agencia tributaria española, con lo que tal vez se verán disminuidos los pedidos a otros países, sobre todo a aquellos que tengan un IVA más bajo.

Por ejemplo, según la normativa fiscal anterior, si una tienda de Luxemburgo vendía un libro electrónico, lo hacía con un 3%de IVA a todos los compradores. Sin embargo, ahora si ese mismo libro está destinado a un cliente de España, éste deberá pagar un 21% por ciento de IVA,  con lo que pagaría un 17% más. Otro ejemplo sería éste: un ebook de 10 euros comprado en Amazon venía cargado con 30 céntimos de IVA, que ahora se convierten en 2,10 euros.

Seguramente los vendedores no asumirán el incremento fiscal, con lo que el precio de venta al público y por tanto, las compras por Internet, probablemente sufran una subida de precios generalizada afectando directamente al bolsillo de todos los compradores.