Investigadores de la Universidad de Tohoku en Japón, publicaron los interesantes resultados de una investigación donde indagaron a fondo las causas que propiciaron la extinción de dinosaurios, llegando a la conclusión de que en realidad el impacto del meteorito no hubiera sido tan letal, no obstante que justo cayó en uno de los lugares menos indicados.
La nueva hipótesis sobre la extinción de dinosaurios
Hasta la fecha en la comunidad científica prevalece la teoría de que la extinción de dinosaurios fue producto del choque de un meteorito en la Tierra, lo que generó una extensa nube negra que cubrió gran parte del planeta, agotando así gradualmente las condiciones para la vida, o al menos para los dinosaurios.
No obstante que nunca antes se había comprobado que en realidad esto no hubiera sucedido, si el impacto del meteorito hubiera sido en algún otro lado.
Por ejemplo si la colisión, la cual fue a unos 20 km por segundo, hubiera sido en zonas de océano profundo, el mar habría amortiguado gran parte del impacto, y el agua y vida marina hubieran sido los principales componentes que habrían salido despedidos hacia el cielo.
Sin embargo, para mala suerte de los dinosaurios, el impacto registrado en la zona de la que ahora es el Golfo de México, era no sólo una zona de aguas poco profundas, sino que además con una abundante cantidad de hidrocarburos.
Tras diversas simulaciones realizadas con software avanzado diseñado especialmente para la investigación, comprobaron que por este motivo salieron impulsadas a la estratósfera toneladas de hollín, sulfato y azufre. Eso fue lo que generó la intensa nube negra que fue acabando con diversas formas de vida en el planeta.
Eran pocas las posibilidades de que algo así ocurriera
El geoquímico Kuni Kaiho, líder de la investigación, detalló que estas condiciones letales de abundantes hidrocarburos combinados con una escasa profundidad, en realidad sólo existen en menos del 13% de la superficie terrestre, en el siguiente mapa se ilustra en tonalidades color naranja.
Los científicos recrearon el impacto del asteroide en diversas zonas del planeta, no obstante que únicamente en los casos donde la colisión era directamente sobre regiones con alta presencia de hidrocarburos, es que se detonaba esa nube gigantesca negra, elemento que generó la extensa sequía y descenso de la temperatura, generando así una masiva extinción alrededor del planeta.
Mala suerte para los dinosaurios, aunque esto también transformó las condiciones de vida en el planeta, lo que posteriormente de igual forma propició el florecimiento de otras especies, incluidos los mamíferos y desde luego de los humanos.