Finalmente después de haber sido lanzada hace medio año, el Exo Mars Trace Gas Orbiter (TGO) ha llegado a la órbita marciana, en una misión de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la agencia rusa Roscosmos, la cual tiene por objeto revelar importantes detalles acerca de posibles rastros de vida en el planeta rojo.
Exomars en Marte
Fueron algunas horas de suspenso, no obstante finalmente la sonda confirmó estar en sintonía y comenzando a girar sobre la órbita marciana, que era el objetivo primordial; esto fue ratificado también desde un tweet de la cuenta oficial de la misión, comenzando también su sistema de ajuste.
Además de incorporarse a la órbita, también fue soltada hacia el planeta rojo la sonda Schiaparelli, la cual aún no ha confirmado su posición, por lo que se trata del gran pendiente que tiene la misión, quien se encuentra tratando de ubicarlo, aunque este compone tiene objetivos secundarios.
El objetivo principal de Schiaparelli, es el de probar y confirmar un sistema seguro de aterrizaje para una sonda que se enviará en 2020 con un rover de exploración de la superficie marciana, el cual sería más completo que el que actualmente tiene la NASA, con capacidad de realizar exploraciones profundas, que permitan develar detalles importantes sobre su composición.
Este vehículo se estará comunicando con el TGO, quien ejercerá la función de satélite, además de que a partir del año 2018 comenzará a realizar una serie de estudios sobre la atmósfera marciana, buscando develar un sistema cartográfico de gases que pueda aportar más elementos para comprender la presencia de metano, lo cual puede estar íntimamente ligado con el desarrollo de la vida en Marte.
La expectativa sobre estas misiones espaciales son importantes para Europa, quien antes ha fracasado en sus intentos de colocar de manera funcional algún vehículo sobre la superficie marciana, y que se encuentra ante una nueva oportunidad histórica, que puede ser clave para resolver uno de los grandes enigmas de la astronomía moderna.